No me gusta guardar secretos, nunca me ha gustado, siempre me han parecido una forma de controlar a la gente, de ponerlos a prueba, y es que, todo el mundo puede tener un desliz. La gente como yo, aparentemente tímida y reservada, es la mejor persona ideal para guardar un secreto: no dicen nada y hacen como que la cosa no va con ellos.
Yo soy una de esas personas, no me di cuenta hasta hace unos días, estando con mi mejor amigo; al que guardo miles de secretos; no me gusta ser yo la única que guarda cosas. Me estreso, no sé que decir ni cómo por si la fastidio.
Y pienso yo: ¿después de tantas meteduras de pata, de tantos amigos perdidos por mi bocaza y por los secretos, vale la pena guardar más de ellos?
No sé ni quiero saberlo, cada noche intento dormir sin llorar; hay días que lo consigo, y otros en los que no puedo y al levantarme de la cama me miro al espejo con mis ojos hinchados; no me gusta pasarlo mal, pues nadie me comprende, dicen que la gente de mi edad siente esto a menudo, pero yo lo paso fatal, en clase, en casa, en la calle...
Cada día pienso en que le puedo decir esto a mi madre pero no tengo agallas pues sé que se enfadará conmigo muchísimo, y no quiero perder a más gente.
Espero esto solo sea una etapa de mi vida y no el resto de ella.
